junio 27, 2022

Toyen: Duchein, Baron, Camacho, Biraben

En el número 41 de La Tortue-Lièvre se ve pésimamente un homenaje a Toyen hecho por Paul Duchein, sin indicación de fecha; se trata de un montaje con el título La chambre de Toyen. Como, por desgracia, la muy completa página que existía con las obras de Duchein ha desaparecido de la red, es imposible conocer esa obra.

En 1967, Duchein realiza un Hommage à Toyen, del que sí tenemos una impecable reproducción, en la página 283 del maravilloso libro de Georges Sebbag Memorabilia. Dada & Surréalisme. 1916-1970 (Éditions Cercle d'Art, 2010):


Sebbag lo ve como una reformulación de À la roue d'or, pintura de 1951 que pertenece a la serie dedicada a las enseñas callejeras, a su vez asociable al admirable fotomontaje que hizo para la portada de La lampe dans l'horloge, el "manifiesto" bretoniano de 1948, basándose en el célebre reloj de Praga, en el que Toyen inscribe una fulgurante lámpara de petróleo, abrazada por una corona que ostenta los signos zodiacales:



André Pieyre de Mandiargues, en la encuesta de L'Art magique, ponía À la roue d'or como ejemplo de obra que participa de la magia "en el más alto grado".

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Karol Baron realiza dos instalaciones que dedica a Toyen. La primera, de 1991, es Aproximación de la primavera según Toyen, alusión a la pintura de 1945 L'Avant-printemps: 



La segunda, de 1995, es Enigma Toyen y Styrsky, y en ella es posible reconocer varios motivos de la pintura de Toyen (por ejemplo, la pala de Relâche y el busto de La tanière) y de Styrsky (el chaleco de Maiakovski):


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Es una pena no disponer de una reproducción en color de Tears (Hommage à Toyen), de Jorge Camacho, pintado en 1980, cuando muere Toyen:


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Diez años posterior es À Toyen, de Jean-Claude Biraben, que ya ha aparecido dos veces en Surrint, pero encaja bien aquí:

Un poema de Jean-Claude Barbé

Pese a la rabieta producida por la pérdida de algunos envíos de libro, acabé pidiendo la obra poética de Jean-Claude Barbé Bientôt l'éternité m'empêchera de vivre, que es sin duda un filón poético de primer orden. Todos sus poemas se reúnen en un volumen de más de 250 páginas, con un prólogo de Pierre Vandrepote, la correspondencia con André Breton y una "mitografía" de Jules Perahim. Totalmente recomendable.

A la vez, el poeta chileno Benjamín Rivera-Meza me envía la traducción que ha hecho del segundo poema publicado de Barbé, "Qu'il sera beau", aparecido en el primer número de La Brèche. En el pdf dedicado hace tiempo a Barbé en Surrint, lo incluía yo en segundo lugar.

Qu'il sera beau

Qué hermoso será el día en que muramos
habrá tu ropa en los árboles
tu cabellera tendrá acentos misteriosos
nuestro hijo todavía seguirá en tu vientre
porque hay que ser joven para tener una muerte sublime
Moriremos los dos -los tres
o yo moriré solo si tú
y este niño son de tal manera míos
que se nos llegue a confundir en los senderos.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
Me imagino muy bien los pájaros en las ramas
Serán negros como me gustan y el pico
ya en la sangre que tu herida
perderá sobre las piedras blancas
perlas sobre los guijarros.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
caminaremos sobre la mesa desierta
-¡la más salvaje!- del mar
a esos bosques allá arriba cuyos ecos
son de púrpura y de arrepentimiento.
Sabremos atravesarlos desnudos y abiertos
como palomas de guerra.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
porque entonces nuestra alma será perfecta
y no tendremos nada que hacer aquí y nuestra carne
será tallada a su gusto por la muerte.
No tendremos nuestros cuerpos más que hacia el Desgarro
-desgarro hecho y querido por nosotros.
Nuestra vida se hundirá en la muerte sin un susurro.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
habrá sirenas que subirán por los ríos
corrientes de sangre en las laderas de las montañas
pasillos paralelos a nuestros caminos de ortiga
cadáveres pétalos adelante a lo lejos
-pero un círculo lento de pus
alrededor del inmenso bosque solitario
y nada visto después de este pecado del sufrimiento.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
un pálido olor a musgo alrededor de un pino
sin adorno sin arco iris con
nubes en forma de felicidad.

~

Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
Yo se bien que tendrá sus tormentas -sus lluvias
pelirrojas -sus lluvias
alumbradas por la sangre de los pájaros -sus lluvias
largos rosarios fúnebres que se emborracharán en piscinas milagrosas
las tumbas de los cementerios fosforescentes.

~

Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
tendrá el sangrante hueco de la palma poetisa
pero también el deslizamiento de mis manos bajo la carne
culpable y blanca de agonía. Tendrá
el lujo de la sangre renovada
la avidez vampírica en la risa granate de la noche
y abarcará el despertar de un bello movimiento de ala
y encenderá el más disimulado de los corazones.

~

Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
remará en vano
si yo besara la cabeza que sueña
si yo besara el párpado que se levanta
Acaso ahogaría al remero de mi tristeza.
Un poco de sufrimiento y me abro en gritos.

~

Qué hermoso y oscuro fue el día
en el que solicitabas tu camino al polvo
Nunca antes tu nuca se había abandonado en mi palma
-no creo que el pájaro nos haya visto.
Sobre la piedra blanca una gran araña derrotada
y tus ojos sobre mis mechones apagados.
y el único testigo de nuestro amor había sido la confusión de los senderos de un jardín.

~

Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después de nuestra muerte si quieres
nuestros labios temblarán de deseo en sus follajes
será preciso que la luna se derrita entre nuestras bocas antes
de que ellas se unan en una frutilla profunda y hueca.

~

Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después de la caída de las estrellas si lo permites
no habrá más que tus senos para iluminarnos
dos antorchas eternas que harán
de nuestros labios olas de desesperación.

~

Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después del fin de este mundo si gustas
no tendremos que mirar sino los pájaros
y nuestras bocas tendrán la miel azul de la esperanza
bajo sus bigotes perfumados
y nuestras bocas irán así la una hacia la otra.

~

Yo te abrazo y mi corazón prepara un curso para enviar
a tu cuerpo
el inmenso beso.

~

Qué hermoso será el día en que nos unamos
tendrá sus jóvenes cantantes
sus palacios, sus pasillos, sus armarios de noche
porque la noche cuánto la amamos
y sus frutos de tristeza y sus profundos cojines de abismo.

~

Qué hermoso será el día en que nos unamos
una larga lluvia infinitamente te vestirá.
Oh esos rosarios púrpuras que tendré que apartar
antes de entreabrir tu vestido fosforescente y tal vez
tus largas piernas entre las cuales me asfixiarás.

~

Las gargantas cantan en la tarde
y se balancean en la tormenta
como naranjas
La noche
las ensangrienta de un escalofrío de púrpura rosada.

~

Qué hermosa será la noche que nos ocultará
(no digas que no lo has pensado)
tendrá los párpados bajos como los de
la pequeña recolectora de agua del templo
en ese país que el sol roza y parece
que se derrite suavemente bajo la cabellera granate.

~

Qué hermoso será el día en que muramos
la corriente no ha arrojado rubíes más hermosos
que el día en que extinguiremos
nuestros cuerpos sobre una inmensa piedra blanca
(y la ola golpeará la punta de nuestros pies).

~

Pero antes que ese día se abra de un bello sol
los pájaros golpearán tu frente
los pájaros de los sombreros las palomas salvajes las palomas mensajeras
los pájaros de hombro los pájaros de ecos
estallarán como un ramo de flores
en la arena del último día.

~

Pero antes que ese día se abra como un bello sol
muchachas van a querer sacudir su cabello para mí
por mí muchachas tomarán al alba el camino
el camino ligero del amor
y no me encontrarán jamás.

~

Tal fue para nuestra muerte el camino doloroso.

junio 23, 2022

Gudrun Åhlberg

"La banda de Fantomas" recuerda y celebra hoy a Gudrun Åhlberg, artista sueca que llevó a cabo una obra excepcional pero casi secreta, dado que siempre se desinteresó del espectáculo que se crea en torno al arte. Una entrada en la falaz wikipedia ni siquiera nombra la única monografía que se le ha dedicado, autoría de Jan Linder, en 1993.

Gudrun Åhlberg es conocida para el surrealismo por su participación en el imaginismo y por incluirla Édouard Jaguer en Les mystères de la chambre noire. Mattias Forshage, en su memoria del surrealismo en Suecia, la ha insertado en su contexto nacional e internacional.

En 1943 era una joven estudiante de arte en Konstfack, y allí se encuentra con Gosta Kriland, a quien los surrealistas suecos consideran el primer verdadero surrealista de su país y que ya en 1938 había descubierto el surrealismo a su paso por París, contactando con Breton y con su grupo en 1944, cuando ya, con Gudrun, forma parte del equipo imaginista. Gudrun se interesa por el surrealismo y por los libros de Herbert Read (quien lo aliaba con el anarquismo) y se casa con Gosta, relacionándose ambos con Svanberg en el seno del imaginismo. Su obra de este período es sobre todo pictórica.

En 1946, los dos visitan a los surrealistas de Londres, creando una relación de amistad con Roland Penrose y encontrándose con el gran Scottie Wilson. Tras divorciarse de Gosta Kriland, reduce un tiempo su actividad hasta que retorna con fuerza en los años 70 exponiendo sorprendentes collages con paisajes de desnudos, formaciones geológicas, elementos de decalcomanía e intensos colores, aunque a la vez sigue pintando. Muy llamativamente, los títulos de sus collages son a veces breves poemas. Expondrá aún en varias ocasiones, prolongándose su vida hasta los 92 años (fallece en 2014).

Este pequeño homenaje a Gudrun Åhlberg ha sido sugerido por Sasha Vlad y contado con el apoyo de Bruno Jacobs, quien ha traducido el prólogo que Ilmar Laaban, figura capital del surrealismo nórdico, hizo para la monografía referida, y también los títulos de algunas de sus obras.

El pdf que adjunto se compone del prólogo de Laaban, el resumen que Jan Linder hizo en inglés de su propio ensayo y la página que Édouard Jaguer dedica a Gosta y Gudrun en Les mystères de la chambre noire.

Llamativos II (1949)

Paisaje de ensueño (1949)

Chivos expiatorios (1950)

Mareo leve (1959)

Camuflaje de área protegida (c. 1974)

Última avanzada contra tierra de nadie (1976)

Les Baux de Provence (1974)

los embrujados lamen las heridas
en patrimonio de personas fallecidas y morgues

(1975)

el derrumbe cargado
y sus consecuencias insospechadas

(1977)

Hallazgo de playa
los sueños nacen y se nutren
en aguas distantes y desconocidas
(1977)

Se ha aterrizado afortunadamente en Venus
(1975)

Paisaje de mujer
(c. 1975)

Lazos de sangre
(1988)

la larga espera
de la luz
el sonido
y la palabra acertada
(1987)

Las puertas del cielo
(1992)

Nocturne
(1990)

Terreno minado
(1990)

Signos para interpretar
(1990)

Toyen, Breton, Cáceres

Este collage de André Breton fue descubierto después de que se publicara Je vois j'imagine:


Dedicatoria en el ejemplar de La inmaculada concepción (es el momento en que Toyen vuelve a Praga en 1935, o sea coincide con el del cuadrito de Tanguy que veíamos hace poco):


Y un homenaje de Jorge Cáceres, la "estrella" del grupo surrealista chileno:

junio 19, 2022

Los ensayos de Daniel Barbiero

En "Surrealismo internacional" remitimos hace cuatro años a dos interesantísimos ensayos del ensayista, contrabajista y compositor Daniel Barbiero sobre el surrealismo y el mito y sobre el incidente de la máscara metálica narrado por André Breton en El amor loco, ambos aparecidos en Arteidolia.

Ahora tomamos conocimiento no solo de otro magnífico ensayo sobre el "punto sublime" y los fenómenos de azar objetivo (en fin, sobre las cuestiones capitales planteadas por Breton en el segundo manifiesto), sino de un libro en que Daniel Barbiero recopila muchos de los ensayos de Arteidolia (veinte en total), editados por la propia revista. Estos ensayos van de 2015 a 2021 y se agrupan bajo el título, ya de por sí un hallazgo, de As Whitin So Without, fórmula variante de la más importante frase de la filosofía hermética, para la que Daniel Barbeiro se apoya en André Breton, quien es el punto de partida de muchas de sus reflexiones y de quien una frase de "Lo maravilloso contra el misterio" encabeza el libro, junto a otra de Heráclito y otra de Wallace Stevens.

Aunque predominan en este libro los ensayos musicales, hay muchos otros que abordan el surrealismo, y es más, uno de aquellos trata de la posición bretoniana sobre la música (que, paradojas humanas, yo comparto pese a estar oyendo siempre música), exponiendo de paso el caso Souris y los de algunos músicos interesados por el surrealismo, como Varèse, Antheil y Boulec 

Uno de los ensayos se dedica al Angelus novus, óleo de Paul Klee que compró Walter Benjamin e inspiró su teoría del Ángel de la Historia. Otro consta de siete tesis sobre "la vida emotiva de las palabras", nuevamente una expresión de "Lo maravilloso contra el misterio". "La edad de oro del surrealismo en el exilio" nos lleva a Canadá y los States, con inteligentes calas en los Grandes Transparentes y las aportaciones novedosas y decisivas de Matta y Paalen. La curiosidad por la pintura metafísica lleva al enfoque, en sendos trabajos, de Carrà y de El enigma de la hora, uno de los cuadros emblemáticos de Chirico. Daniel Barbeiro se interesa tanto por la pintura como por la música, y de hecho el ensayo que da nombre al libro también lleva por título "El pintor como clarividente".

El último ensayo de Barbiero que quiero destacar también va dedicado a otro cuadro de otro gran artista, en este caso Números imaginarios de Yves Tanguy, su última obra junto a Multiplicación de los arcos, y tan extraordinaria como esta. Marcel Jean la describió como una "gran visión trágica, sombría y como descolorida, de acantilados blanquecinos erguidos sobre un mar negro como objetos lívidos y angustiosos", y si Charles Duits consideraba la otra obra citada como equivalente al paisaje de cuervos y trigales de Van Gogh, casi que lo mismo podría decirse de Números imaginarios.

No acostumbran publicarse ya ensayos de envergadura sobre el surrealismo, como no sean los de Georges Sebbag, Natan Schäfer y algún que otro nombre más. Por eso hay que subrayar la aparición de este volumen recopilatorio de ensayos brillantes y profundos.

Yves Tanguy, Números imaginarios, 1954

Toyen, Anne-Marie Beeckman, Jean-Claude Silbermann

De las siete espadas desenvainadas de Toyen, la única horizontal era esta:

Toyen, L'éveilleuse de tendresse, 1958

Nada más especial que esta exposición de Toyen celebrada en la Galería Furstenberg de París en la primavera de 1958, limitada a esta serie de siete cuadros de título global apollineriano. Como informa José Pierre, el catálogo, adoptando la forma de una invitación plural y de carácter lírico, se componía, aparte de la reproducción de los siete cuadros expuestos, de una hoja separada para cada uno de los textos correspondientes y cada vez sobre un papel diferente. Un grabado a punta seca acompañaba los 28 ejemplares de lujo, uno de los cuales vemos aquí, junto a la firma de cada uno de los siete participantes:


He aquí el texto de Silbermann para L'éveilleuse de tendresse:


Y aquí el no menos bello poema que le dedicó Anne-Marie Beeckman en 1999, publicado en la invalorable caja de Les Loups Sont Fâchés (2004), junto a una imagen de Jean-Pierre Paraggio:

junio 18, 2022

Toyen, 1932

Este dibujo a tinta china realzado por la acuarela pertenecía a la colección de Gisèle y Mario Prassinos y fue subastado en París en 2014, sin que aparezca ni en la obra de Karel Srp ni en el reciente catálogo dedicado a Toyen.

junio 14, 2022

Un libro de canto verde

Minúsculo óleo regalado por Tanguy a Toyen, cuando esta dejó París en 1935

¿Otro catálogo sobre Toyen? Ya había dos bastante buenos: Styrsky. Toyen. Heisler, de 1987, y, a pesar de su título memo, Toyen. Une femme surréaliste, de 2002. Y como monografías, la de Filipacchi en 1974 (cuidada por Radovan Ivsic) y el monumental Toyen de Karel Srp, que reproducía prácticamente todas sus obras. Solo al saber que incluía un trabajo de Anna Pravdová sobre las ediciones Maintenant me decidí a pedirlo, y resulta tratarse de un catálogo absolutamente extraordinario, por el que abrí una garrafa de Porto Noval vintage 2010, a falta de un Taylor, un Graham o un Ferreirinha de 1960 o 1966, por ejemplo.

La exposición tiene lugar en el Museo de Arte Moderno de París y se titula "Toyen, l'écart absolu", y el catálogo homónimo ha sido dirigido por Annie Le Brun, Anna Pravdová y Annabelle Görgen-Lammers. La presencia de Annie Le Brun, amiga y conocedora perfecta de la obra de Toyen, ya es suficiente garantía de que aquí no se introducen elementos espurios o idioteces al uso. Un libro por completo libre de todo ello.

"Advierto que mi página en blanco se ha vuelto verde" es una conocida frase de Toyen, e incluso titula uno de sus cuadros. Con ingenioso encanto, este libro disfruta de un insólito canto verde que ya lo convierte en una preciosidad. En portada, un detalle de El biombo, y en contraportada una bella frase de Péret: "Toyen que no duerme y ve sus sueños en las piedras". En el interior, grandes ensayos y una iconografía muy completa, por Anna Pravdová y Bertrand Schmitt, con abundancia de fotografías desconocidas, siguiéndose un orden cronológico a lo largo de todo el catálogo. Veámoslo más de cerca.

Abre el fuego, cómo no, Annie Le Brun, con repetidos vapuleos a lo políticamente correcto y deshaciendo el entuerto del nombre de nuestra artista, sujeto últimamente a interpretaciones ideológicas de baja calaña. La primera etapa cubre los años 1919-1929, con trabajos de Karel Srp sobre sus primeros pasos, de Anna Pravdová situando los años 25-28 "entre abstracción y surrealismo", de Meghan Forbes sobre la guía de París y sus alrededores que compuso con Styrsky y un periodista checo en 1927, de Karel Srp nuevamente sobre el artificialismo como umbral de su surrealismo y de Annie Le Brun sobre la pasión de Toyen por las imágenes, a las que no glorifica pero sí exalta, revelándoles la carga erótica. En este admirable ensayo, Annie Le Brun se detiene particularmente en la pasión cinematográfica de Toyen, quien asistía al cine casi todos los días, como Ado Kyrou o Robert Benayoun; los tres, más Georges Goldfayn, animan L'Âge du Cinéma, explorada aquí muy bien la participación de Toyen, más amplia de lo que suponíamos.

La segunda parte lleva por título "La mujer magnética" y cubre los años 1930-1938. François Caille nos transporta a la exposición internacional surrealista celebrada en Praga en 1932. Annabelle Görgen-Lammers explora los intercambios y los lazos entre París y Praga, con especial atención a la relación de Toyen con Tanguy, de quien se reproduce una carta junto a tres de Paul Éluard llenas de palabras bonitas para llevársela al catre. La misma autora firma un estudio magnífico, excepcional, "Entre pliegues y fisuras: fantasmas y apariciones", en que al final da apuntes sobre la relación entre las obras de Tanguy y Toyen, a quienes siempre he considerado yo la verdadera quintaesencia del surrealismo junto a Breton y Péret. Jindrich Toman recuerda que Toyen colaboró nada menos que en 170 libros. Y Barbora Bartunková anticipa el capítulo siguiente, fijándose en Toyen y "los espectros de la Europa de entreguerras".

"Ocúltate, guerra" es una conminación desconcertante de Isidore Ducasse que da título a una serie dibujística de Toyen y a esta tercera parte del catálogo, con un buen trabajo de Fabrice Hergott dedicado a estos años bélicos del 39 al 46, al que siguen el poema de Heisler "Toyen", traducido para el histórico catálogo de Breton, Péret y Heisler en 1953, y una extensa carta a Péret de 1946. Fabrice Hergott se explaya en las obras decisivas de este período, afirmando con toda razón que ninguna obra de la época ha expresado de manera tan meticulosa y visionaria el terror de la época.

Desde la segunda parte de este catálogo estamos en la plenitud de nuestra artista, saturada de obras inolvidables, de una fuerza y consistencia casi sin paralelos en el propio surrealismo. Pero Toyen seguirá ejecutando piezas extraordinarias hasta los albores de los años 70, La siguiente parte del catálogo cubre la década 1946-1956 y se titula "El devenir de la libertad". El único punto flojo del catálogo es el artículo de Jean-Jacques Lebel, anecdótico y superficial, y además lanzando el disparate de que Billie Holiday es "la más grande cantante de blues de todos los tiempos". A nadie se le ocurriría llamar a Billie Holiday, como él hace, "blueswoman", y en ninguna historia del blues  se encontrará su nombre; era una jazzwoman, la mayor sin duda, que simplemente interpretaba algunos blues como la mayoría de las cantantes de jazz, por lo demás. Como contrapeso hay tres excelentes trabajos de Bertrand Schmitt, sobre Toyen y la política en la postguerra, sobre Toyen y el grupo surrealista de París y sobre "los vértigos y el prestigio de la noche" en sus años 57-69. Si el primero poco puede aportar a estas alturas, los otros dos son espléndidos trabajos, tan importantes como el de Annabelle Görgen-Lammers sobre los fantasmas y las apariciones. Soberbio es el estudio que hace de la serie Ni alas ni piedras: alas y piedras, que lo lleva a un muy sutil enfoque de la alquimia en las obras de esta mágica artista. 

El quinto capítulo cubre el último período de su vida, y se abre con el ensayo de Radovan Ivsic de 1996 incluido en Cascades; supongo que por razones editoriales (otras no entiendo) no se reproduce completo. Y así llegamos al aludido estudio que Anna Pravdová ha hecho de las ediciones Maintenant, hasta el momento nunca enfocadas con la profundidad que merecen. Con su nombre cravaniano, estas ediciones, a fin de cuentas, continuaban la aventura surrealista en París pese al descalabro de 1969. Últimamente nos hemos referido a ellas varias veces en "La banda de Fantomas", por ejemplo al rescatar a Georges Gronier, de quien nos enteramos aquí que era muy apreciado por Toyen y que fue quien trajo de uno de sus vuelos a Port-au-Prince Dimache de Magloire-Saint-Aude, uno de los poemas editados en Maintenant. Como coda de lujo en esta última sección, Annie Le Brun discurre sobre Toyen y el erotismo o "el lujo en estado salvaje", y no viene mal señalar que uno de sus cuadros fue retirado ante las protestas de algunos tarugos mentales, para luego ser repuesto por orden de los organizadores de la exposición.

La sección de textos escogidos (Soupault, Teige, Nezval, Breton, Péret y Estienne) sabe a poco, ya que no pasa de 1955 y hay otros posteriores y luminosísimos, como los de Édouard Jaguer (ya presentado en esta página), Gérard Legrand, Jean-Claude Silbermann o Penelope Rosemont. 

A lo largo de este verano pienso hacerle un incesante homenaje a Toyen.

écart absolu

Jean Benoît, L'Écart absolu, c'est toi, Toyen,
yeso y cuero, 1965

junio 13, 2022

Los ojos de Joan Crawford, en "Documents"


En el número 4 de Documents (septiembre de 1929), el "Diccionario" de Bataille dedica una entrada al vocablo "Ojo". Georges Sebbag, en su reciente estudio de la revista, tampoco deja escapar su importancia, tratándose de un motivo bien estudiado en áreas surrealistas por los "casos" Apollinaire / Chirico y Brauner / Domínguez, para no hablar de la secuencia inicial de Un perro andaluz o de la Historia del ojo del propio Bataille.

En abril de 1933, Emeterio Gutiérrez Albelo publica en el número 14 de Gaceta de Arte uno de los poemas que luego formarán parte de la sección "El rincón de las figuras" de Romanticismo y cuenta nueva, una de las obras claves del surrealismo en España, que tuvo portada de Óscar Domínguez. La imagen inicial es bastante probable que se haya inspirado en esta foto que ilustra el artículo lexicográfico de Bataille, lo que mostraría también como la revista llegaba a donde tenía que llegar (y no se olvide que López Torres, otro de los componentes de la "facción surrealista de Canarias", regentaba una pequeña librería en el centro de la capital tinerfeña).

 

Eli Lotar, en "Documents"

En una visita que hacen Eli Lotar y André Masson a los mataderos de París, el fotógrafo húngaro saca unas fotos que impresionan a Bataille y lo llevan a escribir uno de los magistrales ensayos de Documents (número 6, 1930), ensayo por supuesto que enfocado por Georges Sebbag en su reciente estudio sobre la revista. Masson, tan interesado por el tema de los sacrificios como Bataille, incluso hace pinturas sobre los mataderos en 1928 y 1930 (El descuartizador y Matadero). Bataille señala el carácter casi apestado de los mataderos, situados lejos de la ciudad y afirma que las víctimas de esa especie de cuarentena no son tanto los carniceros o los animales como las personas incapaces de soportar su propia fealdad, una "fealdad que  responde a una necesidad enfermiza de propiedad, de pequeñez biliosa y de aburrimiento". Su texto no puede, a su juicio, igualar la fuerza de las fotos porque estas nos confrontan a la fuerza con la realidad concreta de estos lugares cuya visión resulta insoportable.

Eli Lotar había ya colaborado en las ilustraciones de El amor loco de Breton, y luego sería operador fotográfico de Luis Buñuel, amén de Jean Renoir, de Marc Allégret y de Jacques Prévert. Pero veamos este inesperado pasaje del capítulo LXXXV de la Automoribundia de Ramón Gómez de la Serna, el mayor escritor español del siglo XX, cuando ya se encuentra asentado en Buenos Aires, allá por 1950:

"Un fotógrafo que viene de remotas tierras y que por casualidad ha sido elegido para hacerme unas fotos, mira complacido los muros de mi casa y de pronto como enajenado exclama: Esa foto la he hecho yo. ¿Cuál? pregunto para saber si es un fotógrafo bastante singular, y así he tenido el honor de ver en mi casa al autor de una de las más emocionantes y sencillas fotografías que ha publicado la más escogida revista minoritaria de París, unas pezuñas de ternera puestas como botas de caña clara a la puerta de un cuarto de hotel junto a la tapia de un matadero un abattoir francés".

Nada más llamativo que esta calificación que da Ramón a Documents y el hecho de que la recuerde tan bien tanto tiempo después. También muestra lo atento que estaba a todo lo que de más audaz iba ocurriendo en la Europa de los años 20 y 30, hasta que dejara el matadero español en 1936.

p.s. Plinio el Viejo cuenta que en Roma bebían la sangre de los gladiadores moribundos, y a fines del siglo XIX el médico recetaba a los anémicos beberse un vaso de sangre en los mataderos.

André Masson, Matadero, 1930

Las fotos de familia, en "Documents"

Georges Bataille se burla en el número 4 de Documents de las viejas fotografías de familia de la generación de sus padres. El texto es admirable y Georges Sebbag relaciona la página con otras similares de Variétés y con el interés más general de Bataille por los "vanidosos fantasmas". 

Más cercanos a nosotros (a los "monstruos de hoy", por usar la expresión de Dino Risi cuando los retrató con toda su sordidez en 1963), veamos a estos gilipollas norteamericanos que podrían ser también europeos, australianos o canadienses, ahora objeto de la burla de los surrealistas de Chicago. Mi respuesta a qué veo aquí equivocado hubiera sido: "Todo", y aunque no sean familia de sangre sí lo son en estupidez. La encuesta se publicó en el número 4 de Arsenal (1998) y la acompaño de la traducción que el grupo surrealista de Madrid hizo para la antología del grupo chicagoense (¿Qué hay de nuevo, viejo?):




junio 11, 2022

El trío "Documents", visto por Georges Sebbag

En 1991 reeditaba Jean Michel Place la revista Documents, de la cual en el mundo hispánico había relativo conocimiento gracias a la traducida recopilación de los ensayos de Bataille en Monte Ávila, datada en 1968.

Ahora aparece un excelente estudio a cargo de Georges Sebbag: Bataille, Leiris, Einstein, Le moment Documents, que traza su trayectoria entre abril de 1929 y abril de 1931. Son catorce capítulos en que se intercalan páginas de la revista y en que Sebbag muestra cómo sus artífices fueron Georges Bataille, Michel Leiris y Carl Einstein, contextualizándola en el rico panorama de las revistas de aquel momento, entre ellas La Révolution Surréaliste, que había contado con la colaboración de los dos primeros nombres antes de las consabidas disensiones. Menos conocido es el tercero, "cubista africano" y "revolucionario de la palabra", experto en arte y etnografía (África y Oceanía) y autor de la novela Bébouquin, tan influyente en los medios expresionistas.

Aunque Documents se haya conectado con Cahiers d'Art, Sebbag acierta al aproximarla de Variétés sobre todo y de Bifur y la propia Révolution Surrealiste. La revista belga funcionó entre 1928 y 1930 y su posición es muy curiosa, ya que a la vez estuvo abierta a los surrealistas belgas y franceses, con el famoso monográfico "Le surréalisme en 1929". Sebbag la ve pues como un "médio término" entre Documents y la gran revista parisina del surrealismo. Por otra parte, en Documents participaron nombres que se habían distanciado del surrealismo o habían roto con él, aparte Bataille y Leiris: Desnos, Vitrac, Baron, Limbour, Prévert, Queneau...

Una de las partes más jugosas de este estudio es la que dedica Sebbag a la presencia muy intensa de las fotografías en la revista, como lo era en La Révolution Surréaliste. La interacción entre textos y fotos es uno de los rasgos más novedosos de la época. Aunque Boiffard fue el fotógrafo por excelencia de Documents (y recuérdese que ya había acompañado páginas de El amor loco), también contó con Eli Lotar, quien también marca su presencia en Variétés y sobre quien volveremos próximamente.

Documents se desmarcaba del academicismo a la vez que manifestaba su ambición enciclopédica. Aspiró a ser la enciclopedia del siglo XX, pero no lo fue (y mucho menos podemos considerarla "la más grande revista del movimiento moderno", como afirmaba jactanciosamente). En tanto proyecto enciclopédico, me parece muy superior el de la Enciclopedia Da Costa, veinte años posterior.

Lo que vino después es sabido: en 1935 Bataille se aproxima de los surrealistas, a causa de los avatares políticos, se une a ellos en Contre-Attaque y luego sigue con Acéphale. Sebbag llama la atención sobre el hecho de que en junio de 1936 Minotaure reúna los nombres de Bataille y Breton.

Este nuevo trabajo de Georges Sebbag se lee de un tirón, tan ágilmente estructurado está, en pequeños capítulos a la vez divididos en apartados. Se recorre Documents iluminándola en profundidad e invitando a su lectura, por lo que el año 2022 se convierte, en efecto, en otro año fundamental de esta revista clave.

sebbag documents

junio 09, 2022

Los collages de Benjamín Rivera-Meza

Hace unos meses dimos la bienvenida a Benjamín Rivera-Meza, que se nos revelaba desde Talca, una de los lugares claves en el mapa del surrealismo. Ahora nos llega una serie de collages en un nuevo cuaderno titulado Mi madre la nodriza de la luna.

junio 05, 2022

Collages de Marc Malfant

En varias ocasiones hemos nombrado aquí a Marc Malfant, editor de David Martí y de Ernest de Gengenbach y autor de un admirable cuaderno en que relata una aventura de azar objetivo (también se deben a él unos divertidos "autorretratos heterocéfalos").

En 1992, Marc Malfant, viajando a su aire por tierras marroquíes, compuso unos curiosos collages de palabras e imágenes, o solo imágenes, a partir de las revistas francesas que raramente se iba encontrando, con resultados sorprendentes. Podemos ver algunos ejemplos en este documento.