febrero 28, 2022

Georges Gronier, el surrealista volador

Si el surrealismo abunda en figuras secretas, Georges Gronier es una de las más intrigantes. No existe en el tomazo de Xavier Canonne Le surréalisme en Belgique ni (por descontado) en la macroenciclopedia británica del surrealismo, que no lo nombra ni una vez en sus casi dos mil páginas. La wiki ni le tiene reservado uno de sus nichos, y ahora mismo ni sabemos si es vivo o muerto, ni conozco yo una solo foto suya. ¡Admirable!

A quien no se le escapó fue al gran Édouard Jaguer, que sí lo incluyó en el Dictionnaire général du surréalisme et de ses environs de Biro y Passeron, a fines de los años 70 (la macroenciclopedia, lo menos que hubiera podido hacer, como hice yo, es repasar esta obra sí que de veras fundamental, por muchos desenfoques que contuviera).

Georges Gronier nació en 1934 en Bruselas y su trabajo fue auxiliar de vuelo de una compañía de navegación, por lo que ningún otro surrealista del mundo se ha pasado tanto tiempo como él en las nubes. Sus escalas europeas incluían a André Breton, Marcel Duchamp, Ghérasim Luca, Christian Dotremont, Édouard Jaguer, Radovan Ivsic, Her de Vries. Eso hizo que fuera ideal para el internacionalismo de las Phases jaguerianas, a las que arriba vía la Edda de Jacques Lacomblez. Muy identificado con Breton y el surrealismo, tras la escisión parisina se alinea con el grupo de Maintenant, dando luego señales de vida en el poderoso catálogo de la exposición de Lyon "Arms et Bagages" (1975) y publicando en 1997 un último poemario del que solo conozco un poema. Me agrada pensar que ha disfrutado de una plácida vejez.

Édouard Jaguer lo define "poeta parsimonioso, pero exigente", y Jacques Lacomblez lo recuerda vibrantemente en las entrevistas con Claude Arland (1998), al evocar al equipo de Edda. Cuenta cómo se relacionaba con los surrealistas del mundo entero, lo que fue muy importante para los contactos internacionales de la revista, cuyos sumarios componían Lacomblez y Jaguer, quien a su vez, como Gronier, también estaba en relación con el mundo entero. "Un poeta raro y exigente", lo llama, coincidiendo treinta años después con la caracterización de Édouard Jaguer.

Hemos elaborado un dossier de manifestaciones de Georges Gronier, un hombre clave, por su temple y su oficio, para los fines de La Banda de Fantomas. Lo componen:

1. "La maison de pluie", poema de 1964 aparecido en el número 53 de La Tortue-Lièvre (2005), que lo tomó del  catálogo de una exposición de Phases en ese mismo año.

2. "Miroir infatigable", poema de 1965, Phases, n. 10, 1965.

3."Le lit en colère", poema de 1968, y unas "Definiciones", ambos en el número primero de la segunda serie de Brumes Blondes, 1968.

4. Su respuesta a la encuesta sobre el surrealismo realizada por la revista belga Gradiva, n. 1, 1971.

5. Le moindre des mêmes, poema extenso de 1971-1973 publicado como uno de los cuadernos de Maintenant (1973).

6. La respuesta a la encuesta del catálogo de "Arms & Bagages", mayo de 1975.

7. Otro cuadernillo de Maintenant, en este caso colectivo y aparecido en 1976: "Objets d'identité". Extraordinario interés.

8. Un poema de Les miroirs alarmes, su último poemario que sepamos y que conocemos gracias a la reproducción en el número 65 de La Tortue-Lièvre (2007). Fue publicado en la colección de Joseph Noiret "L'Estaminet", en 1967.

En documento aparte tenemos L'adverbe ou la solitude, "investigación sobre la exaltación poética de esos parias del lenguaje que son los adverbios" (Jaguer). Es una verdadera joya, ya que lo acompañan collages de Philippe Collage y fue diseñado por Sune Nordgren; la edición, de 1977, es bilingüe, con traducciones al sueco nada menos que de Ilmar Laaban, de quien hizo una óptima semblanza Mattias Forshage en Ce qui sera, el almanaque de Brumes Blondes. L'adverbe ou la solitude fue editado por Kalejdoskop, la editorial de Nordgren, y yo he podido obtener el ejemplar que le dedicó el poeta volador a Jimmy Gladiator ("à Jimmy Gladiator, ces adverbes de ma solitude, amitieusement, Georges Gronier XII 99").

¡Un hurra por Georges Gronier, en realidad capitán de vuelo de La Banda de Fantomas!

el surrealista volador

el adverbio o la soledad

Sune Nordgrenn

El homenaje a Georges Gronier nos recuerda también al poeta y collagista sueco Sune Nordgren, que tanta cancha dio al surrealismo en su revista Kalejdoskop. Édouard Jaguer lo incluyó en Le surréalisme et la photographie:


Magritte y sus notas sobre Fantomas

Estas "Notas sobre Fantomas" se publicaron en marzo de 1928, en el número 2 de la revista Distances:



Varios cuadros de Magritte (Le barbare, Le retour de flamme, L'Homme du large, L'Assasin menacé, todos los cuales se pueden ver en este enlace) se insertan en el orbe de la saga fantomática. En 1966, le escribía al también surrealista André Bosmans que había seguido durante su juventud las aventuras de Fantomas "con entera confianza en su genio". Hacia 1930 le escribía en cambio a otro surrealista, André Souris, que le parecían "detestables" y que le inquietaba pensar que se hubiera podido llevar por su encanto, "que creía bastante puro". Con acierto, creo, Scutenaire sentencia la cuestión, en 1973: "Desde su infancia, incluso en su juventud, a Magritte le gustaba Fantomas, tanto el bandido sublime como la escritura admirable. Más tarde, influenciado por los intelectuales pedantes, se defendió de ese entusiasmo. Afortunadamente, hasta su última hora, detrás de cada hoja inocente, en todos los rincones oscuros y a veces a pleno sol, se dibuja la sombra del Maestro del Espanto".

Tal cual hace cien años, el "estado mayor" de la banda de Fantomas debe estar compuesto hoy por "jóvenes gitanos". Como los que yo saludé en Lisboa una tarde veraniega de fines de los años 90, el día en que fue proclamada Reina de las Gitanas "a Tulipa Negra", una de las mujeres más bellas que yo he visto en mi vida.

¡La Sociedad del Misterio vive!

febrero 24, 2022

El número checoeslovaco de "Le La"

En octubre de 1980, el magazín de Ginebra Le La, animado por Gilbert Dunant y Michel Dubret, ofrecía su número 12 y último al surrealismo checoeslovaco. El interés es enorme, ya que capta en lengua francesa al grupo más compacto del movimiento surrealista, en un momento clave.

Abre el número una de las imágenes del ciclo "Reductio ad absurdum" de Karol Baron, que reproduzco en seguida para así verla en color. Esta en concreto se titula Canta, si tienes gana, y si en otras aparece de nuevo el pajarito, continuamos con una en que lo sustituyen unas mariposas.


Intervienen Frantisek Dryje (con unos "comentarios" oníricos), Eva Svankmajerova  (imagen y texto), Ludvik Svab (un artículo sobre las fotografías de Emila Medkova), Jiri Koubek (fragmento de un ensayo minerológico) y Vratislaff Effenberger (fragmento de "La objetividad de la interpretación activa"). Aparte esto, la parte del león es para el juego de interpretación colectiva "Bonjour, monsieur Gauguin" (cuadro que está en Praga y que vemos aquí también en color), comentado por Vratislaff Effenberger (quien expone al principio el sentido de estos juegos durante el período 1971-1974) y en el que participan él, Martin Stejskal, Eva Svankmajerova, Andrew Lass y Jan Svankmajer. 

En la última página, las siglas corresponden a los cuatro lelás: Michel Dubret, Gilles Dunant, Naïla Attia y Vince, en correspondencia con el dibujo de la cubierta.

le la 12

Elizé Bleys

El día 1 de este mes falleció en Holanda la maravillosa Elizé Bleys, a quien dedicamos hace cuatro años una página en Surrealismo Internacional. Hoy recuperamos dos de los enlaces que dimos (catálogos de 2004, Amsterdam, y 2010, Amadora, Portugal) y además añadimos un documento que ha elaborado Rik Lina, con abundantes reproducciones de sus tan bellas obras en cobre, cerámica y abalorios.

Elizé Bleys, Amuleto, 2010


Elizé Bleys, Dedos sangrientos, 2007

*

“La libertad constituye mi pasión primordial. Solo realizo lo que me produce placer. En cerámica también utilizo materiales no cerámicos partiendo siempre de utilitarios, potes, platos, macetas... cada trabajo tiene que ser diferente, suficientemente inspirado y abundante, es una cuestión de elección.
Trabajar con barro me fascina porque todo es posible, sin limitaciones... puedo afirmar que encuentro un deseo de libertad trabajando el barro.
Para mí, esculpir el barro sin torno es primordial, ocupando el humor un papel importante.
Mis fuentes de inspiración son observar la naturaleza y escuchar música –son las cosas que me permiten la sensación llena de sol”.
Elizé Bleys

Elizé Bleys

Visiones de Fantomas

Cuatro imágenes de nuestro Maestro, a través de los tiempos. La primera, del pintor de cubos Juan Gris, es de 1917, cuando la saga hacía ya cuatro años que circulaba completa.


La segunda es del pintor mágico Victor Brauner, y es de 1932, también titulándose Fantomas:


La tercera es del fotógrafo surrealista Raman Rao, publicada en 2016 dentro de su sorprendente recopilación Unwind River; titulada Mr. & Mrs. Fantomas take to the Streets, se basa en una foto de C.B. Rothwell:


Saltando de su cartel, Fantomas, en París-Tebas, le confiesa a la momia, regresada al mundo de los vivos tras cuatro mil años, que pretende convertir a su hija Helena en princesa (obviamente, contra la voluntad de esta), pero por razones misteriosas parece asustarse cuando ve cómo se acerca por la calle el siniestro Doctor Caligari, volviendo a su cartel. Así lo cuenta Claude-Lucien Cauët (yo creo más bien en una estrategia de Fantomas) y así lo registró en 2016 Pierre-André Sauvageot cuando publicaron Paris-Thèbes, una de las mejores muestras de perduración del sentido de lo maravilloso en el surrealismo de estas últimas décadas:


Lástima la cantidad de enigmas fantomasianos que aún tenemos. Conroy Maddox le dedicó a Fantomas tres obras: los gouaches The many faces of Fantomas (1954) y The return of Fantomas (1973) y el collage Fantomas (1983), ninguno de los cuales he visto nunca reproducido. Después de la guerra, Ángel Planells, surrealista del Ampurdán, una vez vuelto al surrealismo, hizo su Visión de la costa desde la residencia de Fantomas, que yo tengo la impresión de haber visto alguna vez, pero que no consigo encontrar por ningún lado. Y la gran fotógrafa surrealista checa Emila Medkova tiene un Fantomas de 1982, también ignoto. Esperemos que estos vagos que tenemos en la Banda se despabilen y logren ir encontrando estas piezas misteriosas.

Little Brother Montgomery (1906-1985)

Esta es otra monografía de Studio Vista dedicada a una gran figura del blues. Se publicó en 1970, cuando aún Little Brother Montgomery había de grabar muchos discos de larga duración, y estudia todo su rico entorno musical, proporcionando al final las letras de sus temas de los años 30.

Como pianista, no es inferior a ningún otro, poseía una voz profundamente emotiva, caracterizada por un ligero vibrato, y era un notable compositor. Al haber grabado mucho, se resiente de ciertas repeticiones, pero por suerte poseía un repertorio muy amplio, y además una gran memoria, que le permitió llevar a los microsurcos los estilos musicales de figuras que nunca pudieron grabar, pianistas de barrelhouse, de Nueva Orleans, del Mississippi.

Little Brother, antes de la guerra, grabó en 1930, 1931, 1935 y 1936. La sesión del 16 de octubre de 1936, en el hotel St. Charles de Nueva Orleans, es una de las más grandiosas de la historia registrada del blues: nada menos que 18 temas sin el más mínimo desfallecimiento (ese día el sello Bluebird hizo cincuenta grabaciones más, con otros músicos de blues). Document ha reunido todos estos extraordinarios discos del 30 al 36, disponibles de corrido gracias a Ab Borburgh (otro compacto del mismo sello integra sus numerosos acompañamientos de la época).

Graba de nuevo en 1947, 1949, 1951, 1953 y 1954, para encaminarse en seguida a los elepés, que son todos buenos sin excepción, formando sus blues parte de los catálogos de sellos prestigiosos como Magpie, Bluesville, 77, Folkways, Riverside, Adelphi, Matchbox, Columbia, Storyville, Delmark o Earwig. Casi todos estos discos, disponibles en Blues, blues, blues.

febrero 21, 2022

Surrealismo, Londres, 1988


Este breve catálogo nos deja el mal sabor de no poder conocer sino siete de las 36 obras que se expusieron en la galería Cramshaw en el otoño de 1988. Una pena, ya que se trata de siete figuras muy singulares, que evidenciaban la vigencia del surrealismo en tierras británicas, veinte años después de que un grupo de franceses lo hubiera querido enterrar. No he encontrado en las monografías que tengo de Anthony Earnshaw, Eileen Agar y Conroy Maddox reproducción de ninguna de sus obras expuestas. Por lo que respecta a Conroy Maddox, es una fortuna encontrarnos solo aquí su homenaje a la escritora anarquista Louise Michel, la primera persona en enarbolar, en la Comuna de París, la bandera negra, y a quien se debe esta bella declaración, que siempre he hecho mía: "Todo poder encarna la maldición y la tiranía, y por eso me declaro anarquista" (la consecuencia no implica para mí adscripción alguna a un movimiento en que medran también actitudes burocráticas y ridículas, y que además se ha cubierto de basura a lo largo de estos dos últimos años: es una mera afirmación etimológica de posición libertaria, que no ostenta ya la claridad meridiana, irrefutable, de la primera parte de la cita).

Los siete surrealistas son realmente ocho, ya que la introducción del catálogo la hace el maravilloso George Melly, quien por supuesto está a la altura de las circunstancias, reivindicando el surrealismo "en estos tiempos innobles, materialistas y cretinizantes" y haciendo una estupenda caracterización de cada uno de sus amigos.

Por aquellos años realizó Anthony Earnshaw este bonito dibujo que conserva toda su vigencia:

Tony Earnshaw, Una de estas ratas es un político

febrero 18, 2022

Fabio de Sanctis

Fabio de Sanctis,
Entrada de los surrealistas en la Place de la Concorde, 1996

Nacido en 1931, Fabio de Sanctis es uno de los grandes nombres del surrealismo. Si vamos a esa celebrada wikimierda que presume de "libre" y manipula y ejerce las censuras que le da la gana, por no hablar del espacio que se dedica a sí mismo cualquier pajullo, descubrimos que su artículo es un ridículo boceto, mientras que su compañero de armas Ugo Sterpini (1927-2000) ni existe (¡ni tampoco Renzo Margonari!). Afortunadamente, Arthur Schwarz le dedicó en 1997 un libro fantástico, que revela toda la magnificencia de su persona y de su obra. Un libro al que yo vuelvo siempre y que está repleto de ideas y propuestas fantomáticas.

Este pequeño homenaje al fabuloso anartista y anarquitecto se compone de los siguientes documentos:

1. La invitación en forma de declaración pública, realizada el 19 de diciembre de 1964, a la exposición de la Officini 11 en la Galería Roma. Ugo Sterpini, de paso por París, había conectado con el grupo surrealista, enviándoles luego el catálogo de muebles singulares, que entusiasmó a Breton y sus amigos, quienes los invitarían luego a participar en la exposición de L'Écart Absolu, un año después, exactamente.

2. Déménagement, texto dialogado en la colección Maintenant, donde expresa las razones por que abandona la arquitectura.

3. "Nuevas impresiones de Europa", firmado por Annie Le Brun y Radovan Ivsic, para una exposición de 1979.

4. Un ensayo de Édouard Jaguer.

5. Para redondear un póker de ases ensayísticos, el trabajo que le dedicó Sarane Alexandrian en el número 10 de Supérieur Inconnu (1998). Nótese que este ensayo incluye la reproducción de las obras Le fauteuil à main armée  y Lotus Solus, a las que alude Alexandrian y que yo prefiero plasmar aquí a todo color.

Fabio de Sanctis y Ugo Sterpini,
El sillón de mano armada, 1965

Fabio de Sanctis (1931). Figura importantísima del surrealismo. A los 18 años tocaba la tuba en una banda romana de jazz de Nueva Orleans –que dio en Roma el primer concierto de jazz de la postguerra–, y títulos jazzísticos, sobre todo de la era del swing, designarán algunas de sus obras. Se hace arquitecto, pero él se llamará –del mismo modo que Marcel Duchamp se consideraba “anartista”– “anarquitecto”, o sea todo lo contrario de esa peste mundial que son los fabricantes de edificios occidentales; del mismo modo, se negará siempre a considerarse un artista profesional. Crea entonces, con Ugo Sterpini, la Officina 11, dedicada a la construcción, valiéndose de diferentes materiales, de muebles y objetos puramente surrealistas, con muchos objetos absurdos, esculturas bizarras, muebles-equipaje, etc. Al año siguiente, se encuentran con André Breton, quien les dirige un mensaje (incluido en Le surréalisme et la peinture), y causan tal impacto en el grupo que este les hace un homenaje, “La poésie dans ses meubles”, con textos del propio Breton, Robert Benayoun, Radovan Ivsic, José Pierre, Alain Joubert, Joyce Mansour, Jean-Claude Silbermann y Philippe Audoin. Benayoun escribía: “Su revuelta anti-pop contra todo entorno funcional, su rechazo de ese pleonasmo vital que consiste en incrustarse en lo que la civilización industrial tiene de más feo y de más uniforme, su respeto por los azares que reintroducen lo natural en lo fabricado, hacen de este dúo los artesanos de lo fortuito para sentarse y acostarse, de lo incongruente para apoyarse y acurrucarse, de lo inaudito de secretos bien guardados. Ellos han creado interiores nunca preparados, inencontrados y siempre deshechos, unready-mades donde uno debería sentirse como en su casa”. Ni que decir tiene que los muebles de la Officina 11 son únicos, ajenos por completo tanto al “estilo” como a la serialidad (y a la seriedad, ya que todos son a la vez obras maestras del humor objetivo). En 1965, su colaboración en la exposición de “L’Écart Absolu” es excepcional.

Llega la ruptura de 1969 y Fabio de Sanctis se alinea con el grupo de Maintenant, cuyas ediciones publican en 1974 el delicioso texto dialogado Déménagement (donde da cuenta de por qué deja la arquitectura) y en cuyo diccionario de los “Objetos de identidad” participa junto a Dax, Goldfayn, Gronier, Ivsic, Le Brun, Legrand y Toyen. En 1972 ha propuesto para el premio de escultura de la Bienal de Venecia a László Tóth, quien había heroicamente atentado contra la Piedad de Miguel Ángel en San Pedro de Roma. Desde 1973, colabora con el movimiento Phases. En 1979 celebra su primera exposición en París, concretamente en la galería Le Triskèle, propiedad de Sophie Babet, que en los años 50 había dirigido À l’Étoile Scellée; Radovan Ivsic y Annie Le Brun escriben en el catálogo el texto “Nuevas impresiones de Europa”, donde afirman que “raramente el objeto ha sido más amenazante, a excepción quizás del casco de El castillo de Otranto”.

Un libro verdaderamente capital, ineludible en toda biblioteca surrealista que se precie, aparece en Bolonia en 1997: Fabio de Sanctis. La memoria del viaggio (en italiano y francés), de Arturo Schwarz, quien lo entrevista demoradamente –entrevista apasionante–, con numerosas ilustraciones, el inventario de sus películas (cerca de una veintena, de 6 a 45 minutos), el citado homenaje colectivo de “La poesía en sus muebles” y un texto espléndido de Édouard Jaguer; escribe Schwarz: “En el panorama de la escultura contemporánea, la obra de Fabio de Sanctis es un raro ejemplo de fidelidad hacia su propio modelo interior. Ello explica la intensidad de su carga poética y su valor revolucionario”. Este impresionante volumen se ocupa de toda la obra del anartista, desde El animal totémico pacífico (1958) a la Entrada de los surrealistas en la Place de la Concorde (1996), no faltando el relato de todas sus intervenciones, incluida una serie de acciones contra una de las plagas más infectas del mundo contemporáneo, o sea el turismo, así como el mensaje de Breton y el texto colectivo del grupo surrealista. Este fenomenal libro también inspiró a Sarane Alexandrian el precioso ensayo “Fabio de Sanctis en sus travesías de las apariencias”, publicado en el n. 10 de Supérieur Inconnu (1998).

“Los que menos me gustan son los que fabrican esculturas centro de ciudad para las plazas públicas. Son obras que conspiran con el urbanismo, que aprueban y justifican la vida y la realidad aparentes.”

(Caleidoscopio surrealista)


Fabio de Sanctis, Lotus Solus, 1986

Fantomas contra Bancomat

Bancomat es una red bancaria de cajeros italiana. Esperemos que Fantomas logre no solo romper esa red sino todas las similares del mundo, aparte cargarse al siniestro individuo que han elegido los italianos como duce.

Fabio de Santis, Fantomas contra Bancomat, 1990

Tommy Johnson (c. 1896-1956)

Es muy llamativo en Tommy Johnson, quintaesencia del blues del Mississippi, que haya tenido una influencia enorme con una obra exigua, que se reduce a seis discos, o sea a doce temas, los dos últimos meras variantes de blues anteriores: Cool Drink of Water, Big Road Blues, Bye Bye Blues, Maggie Campbell Blues, Canned Heat Blues, Lonesome Home Blues, Black Mare BluesBig Fat Mama Blues, I Wonder To Myself, Slidin' Delta, Ridin' Horse y Alcohol And Jake Blues (a ellos se han añadido unas pocas grabaciones inéditas en su tiempo). Es un bluesman en intensidad, de pequeño repertorio (a diferencia de un Texas Alexander, un Leroy Carr o un Blind Lemon  Jefferson), en que amalgama estrofas tradicionales con una voz incomparable y una guitarra muy poderosa rítmicamente a la que complementa en algunos discos la guitarra amandolinada de Charlie McCoy, el ya citado en un par de ocasiones cuñado de Memphis Minnie.

Big Road Blues fue elegido por el público del sello Victor "mejor composición del año", y Tommy Johnson cedió sus derechos por un barril de whisky, que siempre era mejor que el alcohol adulterado a que era gran aficionado, lo que testimonian Canned Heat Blues y Alcohol And Jake Blues.

En Blues, Blues, Blues, el disco de Legends of Country Blues contiene todas sus grabaciones exceptuada "I Want Someone To Love Me", descubierta en 2004, pero si se quiere tener lo principal basta con el del sello Wolf, mientras que el viejo elepé de Roots añade las no menos maravillosas grabaciones de su amigo Ishman Bracey, con quien se trasladó a grabar a Memphis el 2 de febrero de 1928, junto a Rosie Mae Moore y Charlie Mc Coy.

Este libro de cien páginas pertenece a la colección Studio Vista, dirigida por Paul Oliver, y se publicó en 1971. David Evans, uno de los grandes conocedores del blues después de Oliver (que en algunos aspectos es un poco al blues lo que André Breton al surrealismo), no solo estudia la obra y la vida de Tommy Johnson, sino su influencia a través de un trabajo de campo. Otro libro de la colección, dedicado al gigantesco Charley Patton, es en cambio un fiasco, calificado por Paul Garon como "pseudoescolar broma", y ejemplo de obra ilegible sobre un objeto apasionante (por desgracia hay muchas cosas por el estilo en todos los terrenos). En cambio, el resto de libros de esta colección es de mucho interés: Black, Whites And Blues por Tony Russel, Ma Rainey And The Classic Blues Singers por Derrick Stewart-Baxter (el primer columnista de blues en el mundo), Savanna Syncopators. African Retentions In The Blues por el propio Oliver, Recording The Blues por Dixon y Godrich (los discógrafos del blues pre-war), Memphis Blues por Bengt Olsson, The Blues Revival por Bob Groom, Blues From The Delta por William Ferris, Crying For The Carolines de Bruce Bastin (quien acabaría estudiando todo el blues del SE en el espléndido Red River Blues) y dos monografías sobre las que hablaremos próximamente, dedicadas a Little Brother Montgomery y Peetie Wheatstraw, el Yerno del Diablo.

febrero 14, 2022

Jacques Abeille

Con Jacques Abeille desaparece uno de los grandes nombres del surrealismo, pero deja viva una obra excepcional, en especial por lo que se refiere al fastuoso retablo narrativo del Cycle des contrées.

Como pequeño homenaje rescatamos una serie de interesantes textos que evidencian su admirable personalidad y no dejan dudas acerca de su adscripción surrealista, más un par de comentarios críticos a su obra:

1. La respuesta en 1964 a la encuesta de la revista surrealista La Brèche (n. 7) sobre las representaciones eróticas.

2. La respuesta en 1971 a la encuesta de la revista Gradiva sobre la vigencia del surrealismo.

3. En el Bulletin de Liaison du Surréalisme, las reflexiones de "Lieux comunes" (n. 6, 1973), su extensa respuesta a "Le surréalisme et la révolution" de Herbert Marcuse (n. 7, 1973), una página muy lúcida inspirada por la visión de dos célebres westerns ("Le bâton du courage", n. 8, 1974) y unas "Notes contre la logique" (n. 10, 1976).

4. Tres prosas en Surréalisme, n. 2, 1977.

5. Los dos cuadernos complementarios de la caja de "Les loups sont fachés": Je vous aimerai comme une bête louche rôdant aux lisières de vos nuits, poema de 1992 con dibujos de Jean-Pierre Paraggio, y Je t'aimerai comme une bête douce rôdant aux lisières de mes nuits, de 2002.

6. Una valoración muy fina de Jean-Pierre Guillon, centrada en Celles qui viennent avec de la nuit y Les jardins statuaires, que se publicó en el número 5 de S.U.RR..., 2005.

7. Reseñas de Laurens Vancrevel en los número 101 y 153 de Infosurr, sobre Le cycle des contrées y La vie de l'explorateur perdu, respectivamente.

8. Otra preciosa "plaquette", esta vez en la Collection de l'umbo, que en 2013 reeditaba "L'origine des images".

dossier jacques abeille

entretien

contrées

jacques abeille wikipedia

Jacques Abeille. Dibujante y pintor, poeta en prosa y en verso, exitoso novelista, Jacques Abeille es una de las figuras más dinámicas dadas a conocer por el Bulletin de Liaison Surréaliste, aunque ya en La Brèche aparecía respondiendo a la encuesta sobre las representaciones eróticas (1964) y en Burdeos había formado parte en 1966 del grupo surrealista informal Parapluycha, que prosiguió hasta 1979 sus actividades de todo tipo y en 1971 respondió a una de tantas infames exposiciones sobre el surrealismo con el ejemplar panfleto Défense d’y voir, redactado por el propio Abeille y distribuido a la entrada de la Galerie des Beaux Arts de Burdeos hasta que intervino la policía. En sus comentarios a Marcuse, contenidos en el n. 7 del Bulletin, leemos: “No hay política surrealista posible, pues ningún poder podría satisfacer al surrealismo (…) El surrealismo no tiene ninguna forma de poder que proponerle al pueblo –como mucho podría, negativamente, trabajar contra el poder para que el pueblo se proponga a sí mismo alguna cosa”; y también: “El surrealismo ha surgido como un rechazo total de la servidumbre del arte en general. Que yo sepa, aun hoy ningún surrealista consiente en pasar por un artista” (pudiendo nosotros añadir que tal consentimiento fue lo que alejó a muchos artistas del surrealismo, incluido a muchos de los que pertenecieron al movimiento). Otra de sus colaboraciones consiste en unas notas contra la lógica (n. 10). Abeille prosigue en Surréalisme, participando en sus dos números. Muy extensas son sus respuestas a la encuesta sobre el surrealismo de la revista Gradiva, en 1971, pero podemos entresacar algunos pasajes: “Para los que no queremos participar ni en la mentira ni en la banalidad, es importante participar en un movimiento que, llevándonos siempre más allá de todo, debería aproximarnos de todo”; “Para mí es evidente que, por reducida que sea, ha nacido con el surrealismo una comunidad humana de otro orden y sin precedentes. No hace falta enumerar todo aquello en que una existencia tal y como ella es posible difiere de la que se nos da hoy por la única real”; “¿Qué es lo que hacen pues los surrealistas diferente de los demás? Juegan, nunca acabarán de jugar, y, también, de fastidiar copiosamente a los imbéciles, hasta hacerlos reventar”.

Desde 1979, este gran poeta amoroso ha publicado numerosas plaquettes, entre ellas la titulada Divinité du rêve, muestra de su deseo permanente de “mantener abierta la puerta entre el sueño y la vigilia”. Como narrador, cuya singladura comenzó en 1971 con el nombre de Bartleby, pueden destacarse La crépusculaire, Les carnets de l’explorateur perdu, Jardins statuaires, la serie de ocho libros Le cycle des contrées, Le veilleur du jour y los libros eróticos bajo el nombre de Léo Barthe. Un conjunto de prosas compone D’ombre.

En 2006 es uno de los firmantes que refrendan À la niche les glapisseurs de dieu!, en 2008 nos lo encontramos con un dibujo en las páginas de Brumes Blondes y en 2012 afirma en una entrevista: “Hay todavía surrealistas, y yo soy uno de ellos”, sin soslayar la cuestión del “fin del surrealismo” en 1969: “Al morir Breton, Jean Schuster decidió poner fin al surrealismo, en nombre de no se sabe qué autoridad, porque Breton no tenía heredero directo. Yo no comprendía nada, yo no había sido consultado por el señor Schuster. Yo había sido siempre surrealista, y no veía por qué ya no se tenía derecho a hablar de surrealismo”.

Laurens Vancrevel le ha dedicado buenos artículos en los número 101 y 153 de Infosurr.

(Caleidoscopio surrealista)

Jacques Abeille, en Ab irato

En las ediciones de Ab irato han aparecido ya títulos de Guy Cabanel, Roman Erben, Nicole Espagnol, Guy Girard, Jimmy Gladiator, Alain Joubert, Georges-.Henri Morin. Con Brune esclave de la lenteur (2014) se sumaba a esta constelación surrealista el nombre de Jacques Abeille, pero además acaba de publicarse de él un precioso cuaderno con Anne-Marie y Jean-Pierre Guillon que recoge dos creaciones colectivas: Un carnet d'excursion y Le manuel du vitrier.

Un carnet d'excursion es de inicios de los años 70. Cuando Jacques Abeille visita a los Guillon, Anne-Marie acaba de terminar unos dibujos que le gustaría fueran acompañados de algunos textos; como su huésped a la vez ha concluido una serie de poemas en un "carné de excursión", surge la idea de unir esos versos y aquellas imágenes, que resultan acoplarse bastante bien.

Le manuel du vitrier, ya de fines de aquella década, es igualmente atractivo. En este caso Jacques Abeille recibe un dibujo de Jean-Pierre Guillon y lo interpreta a su manera, continuando el juego hasta que la comunicación comienza a aflojar, a juicio del segundo. Vincent Bounoure llegó a escribir una presentación para una edición que no llegó a efectuarse, y esa presentación aparece ahora aquí, enriqueciendo sobremanera el conjunto, dada la calidad que ofrecen siempre las páginas de Bounoure.

Recordemos que a Jean-Pierre Guillon dedicamos en "Surrealismo internacional" un homenaje en que subíamos otros dibujos de Anne-Marie, quien sin duda tenía un maravilloso estilo muy personal, lleno de encanto.

ab irato

Styrsky, en Ab irato


Esta es la portada de la edición de los poemas de Jindrich Styrsky, en 1946, o sea cuatro años después de su muerte. El collage con el murciélago y los lirios del valle es de 1934.

Hace cuatro años, los poemas de Styrsky fueron vertidos al inglés en el volumen Dreamverse, que incluía además sueños y algunos de sus ensayos, un volumen invalorable dada la relevancia de Styrsky y la imposibilidad para quien no sepa checo de acceder a la mayoría de sus escritos. Por eso toda traducción suya a las lenguas más extendidas será siempre noticia. 

Ahora, Ab irato publica sus poemas traducidos por Petr Kral, quien ha traducido a tantos poetas surrealistas checos y eslovacos y ofrece todas las garantías. Tras 23 poemas en verso, el libro se cierra con unos fulgurantes "fragmentos" y la extensa prosa "El mundo se hace cada vez más pequeño", texto de referencia si no es porque lo son todos los de Styrsky, creador, como su amada Toyen, de un mundo poético obsesivo e implacable que es una de las glorias del surrealismo.


Jindrich Styrsky, Maldoror, 1941

febrero 13, 2022

"Dreamdew", número 29

De este nuevo número de Dreamdew solo podemos decir lo que decía Fats Waller de todo lo que le gustaba: "Fine! Perfect! Wonderful!"




Psicopatología de la vida covidiana (5)


Más capturas sobre la castración psicosocial, sobre los que han nacido para esclavos, sobre la imbecilidad hiperbolizada, sobre la abyección informativa y la alienación mediática, sobre la carroña criminal de la élite, sobre la demagogia médica, sobre el bozal y el pase nazitario, sobre la repentinitis interpretada por los media y el "silencio de los cardiólogos", sobre la tomadura de pelo omicrón, sobre la vacuna milagrosa, etc. Con algunas verdades como puños y medalla para el chaval que en la recogida de su premio de fin de carrera, ante los espantosos catedráticos apoltronados en su putrefacción, mostró tener huevos... y cerebro (tras el momento de la foto, extrajo con toda pachorra un bozal blanco del bolsillo y lo pisoteó, al punto llevándoselo los seguritas entre gritos de "¡bravo!" y de "¡fuera!"); comentado por otro: "los estafermos con bozal de los catedráticos se ven como la muestra tétrica de la obediencia, de la crueldad y de la brutalidad en contraste con la bravura, viveza y simpatía de este amigo que está haciendo algo de verdad".

febrero 10, 2022

Scottie Wilson, por Georges Melly

En 1981 publica George Melly un libro sobre una serie de artistas británicos a los que se aplica la noción de "naïve", que él discute en las primeras páginas. Entre ellos se encuentra Scottie Wilson, a quien Melly acabará consagrando una monografía en 1986. Son aquellas páginas precursoras dedicadas a este singular del arte las que hoy presentamos aquí.








Dibujo de hacia 1945 que perteneció a Mesens

Robert "Scottie" Wilson (1888-1972). Pintor maravillosamente personal, creador de una obra vasta y consistente. Emigrante en Canadá, descubrió por sí mismo, a los cuarenta años, el automatismo. De vuelta a su país, vendía sus dibujos en un carrito ambulante, siendo descubierto por Mesens, quien lo expuso en 1945 en la London Gallery y al año siguiente le dedicó un artículo en el n. 13 de Horizon y le enseñó algunas obras a André Breton. Este, entusiasmado –conservaría toda su vida el cuadro Personaje con peces–, lo incluyó en la sección inglesa de la gran exposición internacional de 1947, firmando Scottie Wilson la “Declaración” en que el grupo británico se identificaba con el de París. En 1953, Georges Goldfayn, en el n. 4 de la hoja Médium, saludaba líricamente sus cuadros, presentes en una exposición inglesa que tenía lugar en París. En 1965, Jean Dubuffet le consagró un largo ensayo, en el fascículo cuarto de L’Art Brut. Hay también sobre él buenos textos de Roger Cardinal y de Michel Remy, este en el n. 6 de Patricide, 2013.

Para Mesens, la pintura de Scottie Wilson era “la magia alcanzada con los más simples medios”. Siempre rechazó el mercado, hasta el punto de vender sus dibujos por fuera de las galerías que buscaban exponerlos. George Melly le dedicó un libro: It’s all writ out for you, editado por Thames & Hudson en 1986 y, dadas las características de su autor, absolutamente antiacadémico y lleno de humor y vitalidad, o sea en consonancia con la obra de este mágico artista. 

(Caleidoscopio surrealista)

Jacques Abeille (1942-2022)

Ayer, al día siguiente de tomar conocimiento de la muerte de Jacques Abeille, recibí (con gran retraso) sus dos publicaciones en Ab Irato y el número último de Infosurr, con una larga reseña de Laurens Vancrevel sobre La vie de l'explorateur perdu. Hoy me envían esta preciosa semblanza que ha hecho Jean-Michel Devesa:

jacques abeille y el secreto de los grandes escritores

Al final del texto de Devesa, hay otro recuerdo de Abeille y la entrevista fundamental a que ya remitió en su día "Surrealismo internacional". 

Este domingo espero publicar un pequeño homenaje a Jacques Abeille, una gran figura del movimiento surrealista, al que permaneció unido siempre.

El Dominio de Fantomas


Marvelous Freedom / Vigilance of Desire, World Surrealist Exhibition, Chicago, 1976. 

febrero 07, 2022

Los encuentros de Javier Gálvez y Bruno Jacobs

Encuentro con René Magritte

Magníficos estos "encuentros" de Javier Gálvez y Bruno Jacobs, y además con algunos de los componentes de La Banda de Fantomas.

Walter Davis (1912-1963)

 

Hablamos en este caso de un libro que acaba de salir de la imprenta: The St. Louis Blues of Walter Davis, de Guido van Rijn.

Guido van Rijn es uno de los grandes estudiosos del blues, con más de medio siglo de aficionado ya cumplidos. No solo organizó en su juventud conciertos de blues, conociendo a algunos de los últimos maestros que venían a Europa, sino que fundó el sello Agram, de discos y libros. Para quien se adentraba en el rico y complejo mundo del blues, sus elepés de los años 70 y 80  fueron reveladores, porque, aparte dar a conocer por primera vez muchas grabaciones antiguas, venían acompañados de material crítico e informativo y de la reproducción de las letras, en ediciones muy cuidadas e ilustradas, que seguimos atesorando por mucho que se disponga ya en discos compactos de la obra completa de los músicos que él antologaba: Texas Alexander, Mary Johnson, Lucille Bogan, Barbecue Bob, Charley Jordan, Walter Vincson, Stump Johnson, Scrapper Blackwell, Sylvester Weaver, Joe Pullum... En la era del disco compacto, era él quien comentaba con sus notas los volúmenes "Too late, too late" del sello Document, donde se acumulaban los hallazgos más recientes, y para entonces estaba ya en marcha su colección de libros dedicadas a los blues y los temas políticos y sociales de cada época, iniciados con el tomo dedicado a los años del presidente Roosevelt (en total, seis libros hasta el presente, con estudios rigurosos y muy documentados).

En la línea del monográfico anterior, dedicado a Smokey Hogg, esta obra tiene como su meollo la reproducción comentada de todas las letras de Walter Davis, con lujo de ilustraciones a todo color. Se inicia con una biografía en que priman los testimonios de su amigo Roosevelt Sykes, que lo llevó a los estudios y lo acompañó en sus primeras sesiones, y del propio artista en la entrevista que concedió a Paul Oliver en 1960, cuando trabajaba de recepcionista en un hotel de St. Louis. Walter Davis, un gran individualista tanto al piano como componiendo, señala a Lonnie Johnson y el pianista Will Ezell como sus bluesmen predilectos. Del mismo modo, al analizar sus letras cuenta Guido van Rijn con un gran testimonio: el del longevo Henry Townsend, en 1999. Sigue un capítulo sobre los influjos recibidos y ejercidos. Walter Davis fue un músico muy popular, lo que ha sorprendido a muchos dada la aparente monotonía de sus blues, que no son fáciles para quien no esté muy metido en los blues. Muddy Waters lo estimaba mucho, y en 1942 lo señaló como su músico favorito, y añádanse en reconocimiento los nombres de Jimmy Rogers, Little Walter, Honeyboy Edwards, Gus Jenkins, Willie Mabon, Jimmy McCracklin, Memphis Slim (sorprendido por lo poco conocido que era en Europa, en contraste con lo que ocurría en los EE.UU.) y Sunnyland Slim, quien hasta tomó su nombre artístico del Sunnyland Blues de Davis. Guido van Rijn se ocupa por último de los acompañistas que tuvo (aunque, al igual que un Peetie Wheatstraw, no los necesitaba) y efectúa un análisis musical de su estilo pianístico.

The St. Louis Blues of Walter Davis, trabajo modélico donde los haya a la hora de abordar una figura musical, viene acompañado de un disco con temas representativos y al final la entrevista a Paul Oliver. Toda la obra de Davis está incluida en seis discos del sello Document. Es una producción asombrosamente consistente y unitaria, con sesiones impecables como las de octubre de 1935 y abril de 1936, y pasmosas como la del 26 de julio de 1939, en que fue capaz de grabar 18 títulos sin que ni uno solo fuera de relleno. Apoteosis de sus solos hay en la del 21 de marzo de 1941.

Para la erudición, aporto algunas pequeñas adiciones a las informaciones que Guido van Rijn da de las canciones de Walter Davis. El estribillo de That Stuff You Sell Ain't No Good (1931) coincide con el de Al Miller en el tema homónimo de 1929, aunque muy bien pudiera Walter Davis haberlo tomado de la versión rigurosa que Tampa Red hizo al año siguiente, ya que por ejemplo su Worried Man Blues, de 1929, lo interpretará Walter Davis en 1932. Santa Claus (1935) se inspira claramente en el de Elzadie Robinson (1925), de letra tan celebrada. My Friends Don't Know Me (1946) comparte una conocida estrofa con el Snitcher's Blues (1928) de James "Stump" Johnson, otro bluesman a quien ha dedicado un disco Guido van Rijn. Por seguir con este fascinante, inagotable mundo de las versiones, pero en este caso a partir de las de nuestro músico, otra versión de Poor Grinder Blues  es la de Leroy Henderson, para sumar a las de Josh White, George Noble y Connie McLean. De Angel Child (1937) hay muchas versiones, y aunque Guido van Rijn no pretende ser exhaustivo, a otras que yo tengo anotadas, como las de Denis McMillon, Big Joe Williams o Pinetop Perkins, sí que conviene añadir la muy interesante de Mercy Dee en 1956, mezclando las dos partes de Walter Davis. De 13 Highway hay una versión libre de Tommy Lee grabada en Jackson (Mississippi) en 1952, aunque convirtiendo la autopista 13 en la 80, y Andy Thomas en I Lost My Baby (1949) parte de otro de los temas más exitosos de Davis, One Sweet Letter From You (1941). Más relevante que todas estas informaciones complementarias es saber que Sunnyland Slim, tan walterdavisiano, graba su Sad and Lonesome en 1964 y 1983.

Con las monografías de Walter Davis y Smokey Hogg, Guido van Rijn, como he dicho más arriba, ha llevado a cabo dos obras verdaderamente modélicas. No de mejor modo puede hacerse este tipo de libros sobre figuras del blues, por lo que esperamos con impaciencia la aparición de los dedicados a Leroy Carr y Washboard Sam, dos figuras cumbres de esta música incomparable.

febrero 05, 2022

Jehan Mayoux (1904-1975)

Este pequeño homenaje a una de las figuras irrefutables del surrealismo incluye una serie de textos aparecidos al poco de su muerte, una evocación de fecha desconocida ("Inflexible fork") por Peter Wood publicada en We shall strike for more dreams y el ensayo que Mayoux dedicó a André Breton en el número 143 de Les Cahiers de "Countre-Courant", en 1966.

En el número 5 de Phases, noviembre de 1975, Édouard Jaguer muestra la mecánica del azar objetivo conectando la noticia del óbito de Mayoux con una carta que acaba de recibir de Jean-Pierre Guillon, carta que, por su gran interés, también reproduzco. Al año siguiente, en el número tercero de Arsenal, es Franklin Rosemont quien habla de él, y Oasis, en su colección Phases, edita una serie de textos en francés e inglés.

Las obras de Mayoux fueron publicadas maravillosamente en cinco volúmenes por Yvonne Mayoux, entre 1976 y 1979, y son uno de los tesoros del surrealismo.