Con Jacques Abeille desaparece uno de los grandes nombres del surrealismo, pero deja viva una obra excepcional, en especial por lo que se refiere al fastuoso retablo narrativo del Cycle des contrées.
Como pequeño homenaje rescatamos una serie de interesantes textos que evidencian su admirable personalidad y no dejan dudas acerca de su adscripción surrealista, más un par de comentarios críticos a su obra:
1. La respuesta en 1964 a la encuesta de la revista surrealista La Brèche (n. 7) sobre las representaciones eróticas.
2. La respuesta en 1971 a la encuesta de la revista Gradiva sobre la vigencia del surrealismo.
3. En el Bulletin de Liaison du Surréalisme, las reflexiones de "Lieux comunes" (n. 6, 1973), su extensa respuesta a "Le surréalisme et la révolution" de Herbert Marcuse (n. 7, 1973), una página muy lúcida inspirada por la visión de dos célebres westerns ("Le bâton du courage", n. 8, 1974) y unas "Notes contre la logique" (n. 10, 1976).
4. Tres prosas en Surréalisme, n. 2, 1977.
5. Los dos cuadernos complementarios de la caja de "Les loups sont fachés": Je vous aimerai comme une bête louche rôdant aux lisières de vos nuits, poema de 1992 con dibujos de Jean-Pierre Paraggio, y Je t'aimerai comme une bête douce rôdant aux lisières de mes nuits, de 2002.
6. Una valoración muy fina de Jean-Pierre Guillon, centrada en Celles qui viennent avec de la nuit y Les jardins statuaires, que se publicó en el número 5 de S.U.RR..., 2005.
7. Reseñas de Laurens Vancrevel en los número 101 y 153 de Infosurr, sobre Le cycle des contrées y La vie de l'explorateur perdu, respectivamente.
8. Otra preciosa "plaquette", esta vez en la Collection de l'umbo, que en 2013 reeditaba "L'origine des images".
Jacques Abeille. Dibujante y pintor, poeta en prosa y en verso, exitoso novelista, Jacques Abeille es una de las figuras más dinámicas dadas a conocer por el Bulletin de Liaison Surréaliste, aunque ya en La Brèche aparecía respondiendo a la encuesta sobre las representaciones eróticas (1964) y en Burdeos había formado parte en 1966 del grupo surrealista informal Parapluycha, que prosiguió hasta 1979 sus actividades de todo tipo y en 1971 respondió a una de tantas infames exposiciones sobre el surrealismo con el ejemplar panfleto Défense d’y voir, redactado por el propio Abeille y distribuido a la entrada de la Galerie des Beaux Arts de Burdeos hasta que intervino la policía. En sus comentarios a Marcuse, contenidos en el n. 7 del Bulletin, leemos: “No hay política surrealista posible, pues ningún poder podría satisfacer al surrealismo (…) El surrealismo no tiene ninguna forma de poder que proponerle al pueblo –como mucho podría, negativamente, trabajar contra el poder para que el pueblo se proponga a sí mismo alguna cosa”; y también: “El surrealismo ha surgido como un rechazo total de la servidumbre del arte en general. Que yo sepa, aun hoy ningún surrealista consiente en pasar por un artista” (pudiendo nosotros añadir que tal consentimiento fue lo que alejó a muchos artistas del surrealismo, incluido a muchos de los que pertenecieron al movimiento). Otra de sus colaboraciones consiste en unas notas contra la lógica (n. 10). Abeille prosigue en Surréalisme, participando en sus dos números. Muy extensas son sus respuestas a la encuesta sobre el surrealismo de la revista Gradiva, en 1971, pero podemos entresacar algunos pasajes: “Para los que no queremos participar ni en la mentira ni en la banalidad, es importante participar en un movimiento que, llevándonos siempre más allá de todo, debería aproximarnos de todo”; “Para mí es evidente que, por reducida que sea, ha nacido con el surrealismo una comunidad humana de otro orden y sin precedentes. No hace falta enumerar todo aquello en que una existencia tal y como ella es posible difiere de la que se nos da hoy por la única real”; “¿Qué es lo que hacen pues los surrealistas diferente de los demás? Juegan, nunca acabarán de jugar, y, también, de fastidiar copiosamente a los imbéciles, hasta hacerlos reventar”.
Desde 1979, este gran poeta amoroso ha publicado numerosas plaquettes, entre ellas la titulada Divinité du rêve, muestra de su deseo permanente de “mantener abierta la puerta entre el sueño y la vigilia”. Como narrador, cuya singladura comenzó en 1971 con el nombre de Bartleby, pueden destacarse La crépusculaire, Les carnets de l’explorateur perdu, Jardins statuaires, la serie de ocho libros Le cycle des contrées, Le veilleur du jour y los libros eróticos bajo el nombre de Léo Barthe. Un conjunto de prosas compone D’ombre.
En 2006 es uno de los firmantes que refrendan À la niche les glapisseurs de dieu!, en 2008 nos lo encontramos con un dibujo en las páginas de Brumes Blondes y en 2012 afirma en una entrevista: “Hay todavía surrealistas, y yo soy uno de ellos”, sin soslayar la cuestión del “fin del surrealismo” en 1969: “Al morir Breton, Jean Schuster decidió poner fin al surrealismo, en nombre de no se sabe qué autoridad, porque Breton no tenía heredero directo. Yo no comprendía nada, yo no había sido consultado por el señor Schuster. Yo había sido siempre surrealista, y no veía por qué ya no se tenía derecho a hablar de surrealismo”.
Laurens Vancrevel le ha dedicado buenos artículos en los número 101 y 153 de Infosurr.
(Caleidoscopio surrealista)