En un
reciente número de Infosurr, al reseñarse la revista The
Oystercatcher, leíamos que su director esperaba “que la covid fuerce a la
sociedad a no regresar a la normalidad de la economía rapaz y
destructora del mundo de antes”. Y yo me pregunto si este Sakolsky es ingenuo o
lo otro. Del mismo modo, un curtido anarquista llegaba a afirmar en su revista
que en marzo de 2020 los gobiernos se vieron obligados a elegir entre salvar
vidas o salvar la economía, optando por lo primero. De nuevo es ingenuidad o lo
otro, pero ¿cómo pueden ser ingenuos tras toda una vida dedicada al espíritu
crítico? ¡Tener fe en los gobiernos! Pero encima, hablar de “salvar vidas” cuando
lo que hicieron los gobiernos durante los meses de los encarcelamientos fue,
precisamente, todo lo contrario: asesinar a infinidad de ancianos en hospitales
y residencias, que es lo que, por cierto, se salía a aplaudir masivamente en
España a las ocho de la tarde durante aquellos felices días en que
surrealistas, anarquistas, anticapitalistas y demás familia, rebosando una
conmovedora confianza en el Estado, agradecían a sus gobiernos que los
encarcelaran en sus casas (aquellos a lo que más llegaron fue a hacer una
simpática encuesta sobre la experiencia de lo que llamaban, utilizando el
lenguaje de los amos, “confinamiento” o “lockdown”). Véase el contraste con la
actitud de este maravilloso viejo italiano (aunque la grabación fue subida en
noviembre, pertenece a abril de 2020):
Y es que,
más allá de la gravedad de un virus cuya existencia han cuestionado algunos con
argumentos que nada tienen de absurdos, quien no se haya posicionado inmediatamente
contra el encarcelamiento de la gente, poco o nada tiene que decir acerca de la
libertad. Es un esclavo y se merece el bozal, los pinchazos y el pase nazi.
Yo, menos
crispado que el vejete, salí un par de veces a propósito a esa hora para
responder a las ovaciones de la chusma, simulando que creía iban dirigidas a mí
(ya que no había más nadie en las calles), en un caso siendo increpado
coléricamente. ¡Que saudades!
*
Estamos
asistiendo a un mundo en que lo patológico es lo corriente, pero si la
estupidez no tiene límites, tampoco los hay para quienes se ríen de ella. Por
ello, aunque no todas las imágenes que la componen tengan humor, sigo con mis
viejas galerías de Surrint, dirigidas a quienes no han sucumbido al grosero
montaje apestoso-sanitario de los dos últimos años y a los que ya han descubierto,
más vale tarde que nunca, ese montaje de los de arriba.
*
Documental
sobre unos amigos permanentes del surrealismo (al menos del antiguo
surrealismo, por el de hoy ya no respondo):
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¡Última
hora!
Acaba de
llegar a la redacción de “La banda de Fantomas” la noticia de que, según el
estudio científico de unos expertos, habría sido descubierta en un pueblo al
sur de Chile una variante ¡con todas las letras del alfabeto griego! ¡O
“lockdown” mundial rápido, o aquí no escapa ni dios!