diciembre 23, 2021

Psicopatología de la vida covidiana (2)


Entre las proclamas del surrealismo que han caducado, ya se puede incluir la “Carta al Dalai Lama” de Antonin Artaud, una vez visto al actual pincharse con un bozal que no logra ocultar la cara de memo, para dar ejemplo. Lo más probable es que hayan sido siempre unos imbéciles estos dalailamas.

En un reciente número de Infosurr, al reseñarse la revista The Oystercatcher, leíamos que su director esperaba “que la covid fuerce a la sociedad a no regresar a la normalidad de la economía rapaz y destructora del mundo de antes”. Y yo me pregunto si este Sakolsky es ingenuo o lo otro. Del mismo modo, un curtido anarquista llegaba a afirmar en su revista que en marzo de 2020 los gobiernos se vieron obligados a elegir entre salvar vidas o salvar la economía, optando por lo primero. De nuevo es ingenuidad o lo otro, pero ¿cómo pueden ser ingenuos tras toda una vida dedicada al espíritu crítico? ¡Tener fe en los gobiernos! Pero encima, hablar de “salvar vidas” cuando lo que hicieron los gobiernos durante los meses de los encarcelamientos fue, precisamente, todo lo contrario: asesinar a infinidad de ancianos en hospitales y residencias, que es lo que, por cierto, se salía a aplaudir masivamente en España a las ocho de la tarde durante aquellos felices días en que surrealistas, anarquistas, anticapitalistas y demás familia, rebosando una conmovedora confianza en el Estado, agradecían a sus gobiernos que los encarcelaran en sus casas (aquellos a lo que más llegaron fue a hacer una simpática encuesta sobre la experiencia de lo que llamaban, utilizando el lenguaje de los amos, “confinamiento” o “lockdown”). Véase el contraste con la actitud de este maravilloso viejo italiano (aunque la grabación fue subida en noviembre, pertenece a abril de 2020):

la libertà!

Y es que, más allá de la gravedad de un virus cuya existencia han cuestionado algunos con argumentos que nada tienen de absurdos, quien no se haya posicionado inmediatamente contra el encarcelamiento de la gente, poco o nada tiene que decir acerca de la libertad. Es un esclavo y se merece el bozal, los pinchazos y el pase nazi.

Yo, menos crispado que el vejete, salí un par de veces a propósito a esa hora para responder a las ovaciones de la chusma, simulando que creía iban dirigidas a mí (ya que no había más nadie en las calles), en un caso siendo increpado coléricamente. ¡Que saudades!

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Estamos asistiendo a un mundo en que lo patológico es lo corriente, pero si la estupidez no tiene límites, tampoco los hay para quienes se ríen de ella. Por ello, aunque no todas las imágenes que la componen tengan humor, sigo con mis viejas galerías de Surrint, dirigidas a quienes no han sucumbido al grosero montaje apestoso-sanitario de los dos últimos años y a los que ya han descubierto, más vale tarde que nunca, ese montaje de los de arriba.

psicopatología 2


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Documental sobre unos amigos permanentes del surrealismo (al menos del antiguo surrealismo, por el de hoy ya no respondo):

campos de exterminio

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¡Última hora!

Acaba de llegar a la redacción de “La banda de Fantomas” la noticia de que, según el estudio científico de unos expertos, habría sido descubierta en un pueblo al sur de Chile una variante ¡con todas las letras del alfabeto griego! ¡O “lockdown” mundial rápido, o aquí no escapa ni dios!