Una carta de
André Mimiague es siempre un acontecimiento, sin que para ello tenga nada que
ver el hecho de que hoy ya no se reciban cartas por correo. A su caligrafía
exquisita y a su contenido poético-convulsivo se añaden los signos de su
lenguaje maravilloso, la graphicha. Como no se trata de una carta convencional
(nada en André Mimiague podría ser convencional), me es muy grato comunicarla
aquí para los lectores de La banda de Fantomas, porque además sobre la
marcha se me ocurre que la graphicha podría haber sido el lenguaje secreto con
que se hubiera comunicado Fantomas con algunos de su banda.
De nuevo
recuerdo los enlaces en que me he ocupado de André Mimiague, de la Parapluycha
y de la Graphicha. Constituye sin duda todo ello uno de los descubrimientos más
extraordinarios que me han deparado el surrealismo y el mundo entero en esta
última docena de años.
“Un tango
que dice NO!”