enero 12, 2022

La inspiración vivificante de Claude Tarnaud


Este bonito homenaje a Claude Tarnaud se lo hizo Victor Brauner en 1948, cuando Tarnaud tenía 25 años pero ya había participado muy activamente en la exposición internacional de 1947 y era uno de los animadores de Néon. Jindrich Heisler, al darle cuenta a Frederick Keisler de su descubrimiento de Tarnaud, se lo calificaba, en 1947, como un "poeta lírico de sensibilidad excepcional y de una expresión perfecta".

Hoy, Tarnaud continúa siendo un escritor secreto, aunque ya alguien lo haya metido (y bastante bien, por cierto) en la wikimierda. Siempre pienso en él cuando oigo las chorradas sobre el "reconocimiento" que no han obtenido figuras a su lado ínfimas, por no hablar de la demagogia genérica.

Como Claude Tarnaud ha sido siempre uno de mis escritores de bandera, uno de mis surrealistas irreprochables, le dedico hoy este homenaje especial, con la reproducción de dos de sus poemas publicados en cuaderno, ambos en esa fecha de 1947. El primero se vende en la red a 332 euros (¡!).

En 2000 y 2003, Sébastien Petibone, quien llevaba la librería surrealista L'Or du Temps, a la que yo compré tantos libros y en la que llegué a estar (¡aquel memorable encuentro con Lou Dubois, en que, al oírme darle a Petibone mi dirección en Canarias me preguntó si yo conocía en Tenerife a mpc, un amigo de Sarane Alexandrian!), editó en su muy bella colección L'Écart Absolu tres obras extraordinarias de Tarnaud: De, L'Aventure de la Marie-Jeanne ou le journal indien y La forme réfléchie, un verdadero arsenal de surrealismo en su mejor, con ilustraciones de Jorge Camacho y Jacques Lacomblez; el tercero de esos tres libros lo venden en la red a 291 euros, y el primero parece inencontrable.

Y aquí están esos dos preciosos poemas, con ilustraciones de Lacomblez y de Zimmerman: